Aunque por las temperaturas que estamos teniendo últimamente no lo parezca, estamos ya metidos de lleno en el otoño y consecuentemente hace ya tiempo que los días han empezado a ser más cortos.
Es esta época del año cuando muchos de nosotros somos sorprendidos por la noche en nuestros desplazamientos en bicicleta y deberemos de ponerle luces a nuestra bicicleta para poder circular en seguridad. Hace falta aclarar que siempre que circulemos de noche existe la obligatoriedad de llevar luces, una blanca delante y una roja atrás.
En el mercado existen multitud de opciones de más o menos potencia que podemos separar en dos grupos: Las luces con la función de hacernos visibles para el resto, personas con las que compartimos las vialidades y las que, además de esta primera función, nos permiten iluminar el camino.
Si vas a pedalear por calles decentemente iluminadas, unas luces para ser visto son más que suficiente. No obstante, debes de tener en cuenta que las luces deben de tener una potencia mínima para que puedan ser vistas a una distancia aproximada de 200 metros. El coste de unas luces de este tipo es mínimo y con estas luces estaríamos ya cumpliendo la obligatoriedad de circular con luces y nuestros trayectos serán mucho más seguros.
En general, las luces suelen tener opción de luz fija o luz intermitente. Esta última es la opción más segura, ya que es visible desde una mayor distancia, llama más la atención y la DGT ha aceptado su uso.
Si tu trayecto incluye vialidades con poca iluminación o en mal estado, lo más recomendable es una luz con mayor intensidad y que te permita ver el camino. Otra buena recomendación para hacerte visible en las calles, es utilizar materiales reflectantes en tu bicicleta o como parte de tu vestimenta.
Como ves hay multitud de opciones para circular de forma segura de noche en bicicleta. Así que ya sabes, no esperes más y compra cuanto antes tus luces.