Si algún día nos veis en bici con un aparato que tiene luz roja parpadeante, no os inquietéis, es que Kalapie vela por vosotros. Estamos midiendo la calidad del aire que respiramos los ciclistas en Donosti y alrededores. Tradicionalmente se viene midiendo el nivel de contaminación del aire urbano mediante sensores colocados en cabinas fijas, en determinados puntos de la ciudad. Su mayor inconveniente es que no reflejan la calidad del aire real que se respira al pedalear, ya que las referidas cabinas están colocadas en lugares alejados de aquellos por los que habitualmente nos movemos los ciclistas, cerca de los tubos de escape de los vehículos motorizados. No olvidemos que en estos casos respiramos hasta 2-3 veces más aire (en función del esfuerzo realizado) que si permanecemos quietos y, consecuentemente, inhalamos más partículas y gases tóxicos. De los tres contaminantes más importantes: partículas 2,5 PM, óxidos de nitrógeno y ozono, hemos empezado a medir las partículas finas PM2.5 (inferiores a 2.5 micras, las más dañinas para las vías respiratorias por penetrar hasta los alvéolos pulmonares), para así conocer de verdad la calidad del aire urbano que respiramos en tiempo real. Usamos unos pequeños detectores con sus smartphones asociados para nuestras medidas, que han sido costeados por Medio Ambiente del Ayuntamiento y Kalapie. Esperemos que nuestra pequeña investigación nos permitirá conocer mejor la calidad del aire que respiramos y, si hubiera que mejorar, saber cómo poder tomar medidas en relación a la gestión de la movilidad y al diseño de un urbanismo más sostenible. Seguiremos informándoos. |