Nadie en su sana conciencia pensaría que en pleno 2020, la Diputación Foral de Gipuzkoa podría construir una nueva carretera con un ancho tal, que por la misma no pudieran cruzarse por ejemplo, un autobús y un automóvil en direcciones opuestas y al mismo instante. Pues exactamente esa es la paradoja que sucede con el nuevo bidegorri entre Elgoibar y Eibar. Este nuevo tramo de bidegorri se ha construido con un escaso ancho de 3m, prácticamente en su toda su longitud. Una anchura que dificulta los desplazamientos y convivencia de ciclistas y peatones simultáneamente y en direcciones opuestas. Este hecho ha causado multitud de críticas entre sus primeros usuarios, incluso previo a la inauguración oficial del mismo. Recogemos algunas de las impresiones que han aparecido en la prensa local:
“Ha quedado fenomenal, pero únicamente se debería de utilizar para paseo porque en algunos tramos ciclistas y paseantes no entran”. DV. 27/12/20
Desde Kalapie, queremos denunciar que la realización de una infraestructura de esas características en pleno 2020 confirma el poco interés de la Diputación en fomentar la movilidad activa y la construcción de unos dignos bidegorris. Las características y anchura de este nuevo trazado las podríamos haber asumido, y darles el visto bueno, quizá en el año 2000, hace 20 años, pero no en 2020. Hasta la misma Diputación publicó un manual técnico en 2006 sobre la construcción de bidegorris (Manual de Vias Ciclistas de Gipuzkoa, 2006) donde se especifica que una infraestructura de convivencia de peatones y ciclistas para ambos sentidos debe disponer de al menos 4 m de ancho.
Ya casi 15 años han llovido desde que se publicó el citado manual, y aún no se cumplen ni las directrices que la misma Diputación se marcó. Y queremos puntualizar que este hecho no ha sido uno aislado, sino que ya se ha repetido en el trazado de los últimos bidegorris de Gipuzkoa, en los que las anchuras de los mismos han alcanzado muy justamente los 3m. Aquí un ejemplo:
Por otro lado, nos parece intolerable la solución técnica adoptada en la rotonda de la entrada de Eibar. Una solución que prioriza el paso de vehículos motorizados ante peatones y ciclistas, y carece de seguridad para las personas que quieran cruzarlo. Al parecer, el Departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio no tiene autoridad, potestad ni decisión para la construcción de este tramo, y también permite que otros departamentos de la Diputación opten por una solución insegura para peatones y ciclistas.
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