Apostar, promocionar y dar facilidades a la moto es ir en contra de la movilidad sostenible y saludable
Estos últimos días está siendo objeto de debate en plenos y medios de comunicación el modelo a seguir en la regulación de entrada y circulación de motos. El portavoz del Partido Popular pidió a Movilidad en el último pleno «no impedir, restringir o entorpecer el acceso de las motocicletas al Centro, permitiendo que hagan uso sin restricciones de la Avenida para transitar de Gros al Antiguo y del Antiguo a Gros». El partido Socialista decidió sumarse a este punto y su portavoz Marisol Garmendia declaró «Defendemos la ciudad del peatón, de la bicicleta y del transporte público, pero estamos en la ciudad española con mayor porcentaje de motoristas y eso hay que tenerlo en cuenta» al mismo tiempo que hablaba de un pacto de movilidad sostenible
Desde el sector ciclista de la ciudad asistimos atónitos a esta situación y nos vemos en el deber de aclarar que las motocicletas no se pueden aceptar como movilidad sostenible. Las motos emiten contaminación a la atmósfera y empeoran la calidad del aire en la ciudad y, por lo tanto, no las podemos considerar un transporte sostenible. Además, el ruido o contaminación acústica que emiten, es nocivo para los ciudadanos.
Otro aspecto que no podemos dejar de lado en este debate es el de la salud. En el contexto actual en el que cada vez nos encontramos más problemas ligados a hábitos sedentarios, las instituciones deben de trabajar en la promoción de un modelo de movilidad que promueva hábitos más saludables como los que se adquieren con un desplazamiento activo. La motocicleta no se puede considerar como movilidad activa y por lo tanto las instituciones deben de desincentivar su uso y promocionar los que de verdad lo son.
Seguimos equivocándonos de visión de “movilidad sostenible”, si facilitamos y promovemos la movilidad de las motos. Tal y como dijo Marisol estamos en la ciudad con mayor densidad y la discusión no puede situarse en qué facilidades damos a medios de transportes contaminantes y no saludables, si no cómo revertimos esta situación para que más y más gente deje de lado este medio de transporte nocivo para la ciudad y se sume a la bicicleta u otros medios de movilidad con impacto positivo en la ciudad y sus ciudadanos.