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28
Ago

¿Qué respiramos en el centro de Donostia una noche de fuegos artificiales?-AIRE 12

Con la reciente incorporación de dos nuevos medidores de partículas finas PM2,5  varios miembros de Kalapie al desplazarnos en bici o a pie por la ciudad, seguimos midiendo en tiempo real la contaminación del aire, producida principalmente por los coches.

Asimismo, tras las mediciones realizadas la noche de las hogueras de San Juan, con niveles muy altos de contaminación en el aire del centro de Donostia, nos ha parecido que sería interesante conocer también la afección que el lanzamiento de los fuegos artificiales de la Semana Grande, produce en la calidad del aire que respiran los miles de personas que se agolpan alrededor de la bahía donostiarra, así como la contaminación acústica ocasionada por el material pirotécnico quemado, tanto al público en general como a los niños y niñas en particular.

En la imagen están representados los resultados de las mediciones de la calidad del aire (partículas PM2,5 ) que realizamos en Donostia durante los fuegos artificiales de los días 14, 15, 16, 17, 18 y 19 de agosto de 2017.

Si tenemos en cuenta que, en lo que a partículas PM2,5 se refiere, el color verde señala aire limpio, el amarillo regular, naranja bastante contaminado y el rojo muy contaminado, lo que muestra la imagen es cuando menos preocupante.
La línea verde-amarilla-naranja del día 18 es el trayecto realizado desde la plaza Gipuzkoa hasta el puerto, ya en rojo, lugar al que llegaban los humos por efecto de la brisa tierra-mar.
La linea roja de un tramo del bulevar corresponde a las mediciones realizadas durante el toro de fuego, y en amarillo la de retorno del puerto al Boulevard y de aquí a la calle Garibay.
Vamos a abordar el tema intentando abarcar los siguientes aspectos:
¿Por qué medimos las partículas PM2,5 y cómo lo hacemos?¿De qué están compuestas? ¿Cuáles son sus efectos sobre la salud? ¿Qué dice la legislación? ¿Qué pasa con los fuegos de otros lugares? ¿Se sabe algo? .Y por último qué podemos hacer?

Introducción

Los fuegos artificiales aunque parezcan un tanto mágicos son pura química. No solo por las reacciones que hacen posible su explosión y sonoridad, sino también por la gran gama de colores que producen y los hacen tan espectaculares.
Esto se debe a los metales que lleva incorporada la pólvora, así por ejemplo el sodio es el responsable de los amarillos y los dorados, el bario de los verdes, el cobre de los azules, el estroncio del rojo, el titanio de los destellos blancos y plateados, el calcio da más intensidad a los colores, el magnesio incrementa el brillo y la luminosidad, el antimonio marca los halos de los brillos…
Los gases y humos que emiten a la atmósfera son un riesgo para el medio ambiente (aire, mar y tierra) y la salud de las personas expuestas (también el ruido), especialmente a las más sensibles: niños y niñas de corta edad, personas mayores y aquellas con asma, problemas respiratorios o cardiovasculares.
Pues estos humos contienen partículas, muchas metálicas de tamaño inferior a las 2.5 micras, que al inhalarlas llegan al pulmón.
Diferentes estudios científicos realizados al respecto señalan que los fuegos artificiales producen niveles elevados de contaminación por humos, con altos contenidos de partículas finas PM2,5 y aerosoles metálicos tóxicos de cobre, estroncio, bario, cinc, magnesio, antimonio, aluminio, potasio, titanio…

La Unión Europea (UE) prohíbe el uso de arsénico y plomo, por lo que sería conveniente controlar el material pirotécnico que llega de otros países donde si que están autorizados estos metales.
Las mediciones del aire después de los fuegos de la Cremà alicantina y la Mascletà de las fallas valencianas con centenares de hogueras y fuegos pirotécnicos, multiplica hasta cientos de veces la presencia de metales pesados en la atmósfera de ambas ciudades.
Otro caso conocido es el de la contaminación en China, en donde los fuegos artificiales de la celebración del Año Nuevo en Beijing, dieron unos índices de PM2,5 (las partículas más dañinas para la salud), 25 veces superiores a los valores habituales, pasando de una concentración de 16 a 407 microgramos/m3.

Por esta razón se prohibieron los fuegos en 138 ciudades del país asiático y se restringieron en otras 536 urbes, con el objetivo de disfrutar de un cielo más limpio durante estas marcadas fechas, según datos del Ministerio de Seguridad Pública de China.

Riesgos de las partículas PM2,5 para la salud. Recomendaciones de la OMS.
La OMS propone unos valores guía atendiendo estrictamente a criterios de salud, que indican la cantidad máxima deseable de exposición a contaminantes.
Existen notables diferencias entre los valores establecidos por la UE y las directrices de la OMS.
Cabe destacar que la recomendación anual de la OMS para PM2,5 de 10 μg/m3 es menos de la mitad que el valor límite europeo actual de 25 μg/m3 o los 20 establecidos para el año 2020, mientras que Estados Unidos reguló un valor límite de 12 μg/m3.

En cuanto a exposiciones diarias de PM2,5, la OMS recomienda valores inferiores a 25 microgramos/m3, mientras que la UE no tiene legislado ningún valor límite.

Sensores de medida PM2,5 y su correlación con las estaciones fijas.

Las mediciones se han llevado a cabo con varios monitores AIRBEAM 2.5 portátiles de bajo coste y tamaño reducido, que miden ópticamente las partículas inferiores a las 2.5 micras.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un reciente estudio realizado con varios sensores existentes en el mercado para la medida de PM2,5 en tiempo real, llegó a la conclusión de que el AIRBEAM 2.5 era el que presentaba mejores resultados de correlación con los sensores de las estaciones fijas de control de la contaminación atmosférica (de referencia) que se vienen utilizando en las principales ciudades de la UE.
Por esta razón nos decantamos por el equipo AIRBEAM 2.5, que con la aplicación de los últimos avances tecnológicos (sensores, internet y apps) nos permite obtener datos de la calidad del aire urbano en tiempo real. Los sensores se comunican con el smartphone, via bluetooh, en el que se geolocalizan y visualizan.
Actualmente disponemos de 4 pequeños detectores con sus correspondientes smartphones asociados para las medidas, que han sido costeados por Medio Ambiente del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y la Asociación ciclista Kalapie.
Mientras se realiza la medición se puede ir viendo en el smartphone en cada momento el nivel de partículas finas PM2,5, así como el valor pico y promedio del recorrido realizado.
Al terminar las mediciones de un trayecto, los datos se envían a una página web http://www.Aircasting.org/, en la que se almacenan, y que es de libre acceso.
Sensor AirBeam para partículas PM2,5                     Pantalla App móvil PM2,5 y otras variables                  

Mediciones/Resultados

Con estos antecedentes y tras nuestra experiencia durante los últimos 7 meses (más de 600 resultados) de medición de partículas PM2,5 en tiempo real en el desplazamiento diario en bici y a pie por la ciudad, y el elevado nivel de polución encontrado la noche de las hogueras de San Juan en el centro de Donostia (publicado en nuestra web de Kalapie.org), nos ha parecido conveniente y oportuno conocer el nivel de partículas finas PM2,5 que los espectadores inhalan “durante y después” de los fuegos artificiales de Donostia.
Se han realizado mediciones durante las 8 noches de fuegos de la Semana Grande donostiarra, del 12 al 19 de agosto.
El sábado 12 sin viento, la brisa predominante tierra- mar, alejaba los humos hacia Urgull y el mar; por los resultados obtenidos la mayoría del personal ubicado en tierra, no estuvo expuesto a los tóxicos procedentes de los fuegos.
Las mediciones que se realizaron la noche del domingo 13 desde un balcón de la Avda de la Libertad, ubicado justo enfrente de Alderdi Eder, dieron también resultados aceptables, al no llevar el viento los humos hacia esa ubicación.
Por el contrario, el resto de las 6 noches, desde el lunes 14 hasta el sábado 19, los niveles de exposición a partículas respirables PM2.5, en muchas zonas del centro de la ciudad, excedían ampliamente los límites establecidos por la OMS.
Estas 6 noches, en función del viento/ brisa imperante, nos dirigíamos con los medidores hacia los lugares donde se desplazaban los humos.
Así pudimos encontrar concentraciones elevadas de partículas PM2,5, prácticamente en toda la zona centro de la ciudad.
En el mapa por las calles del centro, la línea roja continua corresponde a niveles de partículas PM2.5 superiores a 55 microgramos/m3, la naranja entre 35 y 55, la amarilla entre 12 y 35, y la verde hasta los 12 microgramos/m3.
Esta línea roja se extiende por una amplia zona comprendida entre el Paseo de la Concha, calles Easo, San Marcial, Urbieta, Loiola, Hondarribia, Getaria, Arrasate, Avda de la Libertad, Hernani, Garibay, Andia, Plaza Gipuzkoa y entorno, Boulevard y Puerto.
En los 15-20’ de duración de los fuegos, no dio tiempo material para extender las mediciones a zonas más amplias de la ciudad: hacia el río Urumea, Buen Pastor, Parte Vieja, Urgull , playa y embarcaciones de la bahía, donde presumiblemente los niveles de contaminación habrían sido también elevados, tal y como se percibía y veía a simple vista, observando la dirección que llevaba el penacho de humos.
Y no digamos nada de la zona acotada por medidas de seguridad, más próxima al lugar de lanzamiento de los fuegos, con una afección directa, en función del viento/brisa reinante, a las viviendas más próximas.
Importante subrayar que todos los días el nivel de contaminación existente en muchos de los puntos o momentos de la medición, era tan alto que superaba ampliamente el valor máximo de detección del medidor de 185 microgramos/m3 (incluso durante el toro de fuego de los días 15 y 16).
Esto se puede apreciar claramente en los gráficos de las 6 últimas noches (del 14 al 19), en las que presumiblemente las concentraciones de PM2,5 habrían sido del orden de varios centenares de microgramos/m3, pues se sentían y veían los humos que uno los tenía encima suyo.

14 DE AGOSTO (medida original 14 agosto)       15 DE AGOSTO (medida original 15 agosto)

        

 

16 DE AGOSTO  (medida original 16 agosto))       17 DE AGOSTO (medida original 17 agosto)

       

18 DE AGOSTO (medida original 18 agosto)         19 DE AGOSTO (medida original 19 agosto)

        
En este último gráfico del 19 de agosto, el pico más alto que aparece después de las 0.00 horas (la madrugada del día 20) corresponde a los humos de la churrería instalada en el paseo de la Zurriola, y los siguientes picos, algo menores, a los humos de tabaco de las personas que estaban fumando cerca de nuestra mesa en una terraza del barrio de Gros.
En los gráficos se observa generalmente un ascenso rápido de la concentración de partículas PM2,5 a partir del inicio del lanzamiento de los fuegos (22.45 horas), que se mantiene hasta su finalización (23-23.05), y que luego paulatinamente desciende.

Asimismo varias noches se efectuaron mediciones durante el toro de fuego, una vez en el punto de inicio y el resto, en el Boulevard donde finalizaban.
En algunos casos se sobrepasaba también el límite superior de detección del monitor de 185 microgramos/m3, como se aprecia en los gráficos de los días 15,16 y 18, entre las 23.30 y 23.40 horas.
Por otro lado, consultando los resultados de las mediciones, de la semana del 12 al 19 de agosto, de los sensores de las estaciones de contaminación atmosférica en Donostia, integradas en la Red de Control de la Calidad del Aire del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, se puede indicar que:
– De las 4 estaciones existentes en la ciudad, las partículas PM2,5 se miden solo en las de Ategorrieta y Avenida de Tolosa.
– Las concentraciones de PM2,5 de estas 2 estaciones son similares a las del resto de días del año, no detectando la afección puntual de la polución generada por los fuegos artificiales en el centro de la ciudad.

La contaminación acústica del material pirotécnico

El ruido es una amenaza invisible para la ciudadanía, el ruido enferma. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el ruido es uno los factores ambientales que provoca más enfermedades. Acostumbrados a generarlo y a soportarlo quizás no nos demos cuenta de sus nocivas consecuencias.

De hecho, después de la contaminación atmosférica, la acústica es la segunda causa de origen ambiental que provoca más alteraciones en la salud.
Varios estudios demuestran una relación directa entre el exceso de ruido y el aumento de enfermedades.
Entre las principales fuentes de contaminación acústica y de mayor intensidad está la generada por los fuegos artificiales.
Produce niveles altísimos, del orden de los 120-130 decibelios, en las personas situadas a menos de 100 m del lugar del lanzamiento.
La OMS los cita como muy perjudiciales para la salud, en especial en los niños y niñas de corta edad.
Como curiosidad indicar que en el mundo laboral, a fin de evitar perdida de capacidad auditiva (sordera), el nivel máximo de exposición para 8 horas diarias es de 87 decibelios.

Duplicar el nivel sonoro supone incrementarlo en 3 decibelios

Así 87 decibelios en 8 horas es equivalente a 90 en 4 horas, a 93 en 2 horas, a 96 en 1 hora, a 99 en 30’, a 102 en 15’, a 105 en 7.5’, a 108 en 3.75’…..
En otras palabras, que los 108 decibelios de exposición inferior a los 4 minutos de exposición, hacen al oído el mismo daño que los 87 en una jornada laboral de 8 horas, pero con la diferencia que aquí se refiere a una persona sana en edad laboral (entre los 18 y 65 años) y bajo control del equipo de salud laboral de la empresa.
Por el contrario, la ciudadanía de estos eventos pirotécnicos abarca al público en general, incluido el personal más sensible (niños y niñas), que en este caso estaría expuesto durante varios minutos de fuegos a un nivel de ruido muy superior a los 108 decibelios.

Consideraciones finales

En primer lugar y por primera vez conocemos, a nivel básico, el grado de contaminación atmosférica en el centro de Donostia, proveniente del lanzamiento de los fuegos artificiales.

Las elevadas concentraciones de partículas PM2,5 encontradas superan ampliamente los valores recomendados por la OMS, con el consiguiente riesgo para la salud de la ciudadanía, especialmente la más sensible, situada en las zonas donde se apreciaba que llegaba el humo procedente del espectáculo pirotécnico.

Estos altos niveles de PM2,5 no se detectaron, evidentemente, en las estaciones de control de contaminación atmosférica que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco tiene instaladas en Ategorrieta y Avenida de Tolosa, al estar alejadas del foco de emisión (centro de la ciudad). Esto indica que la contaminación está relativamente localizada en una zona concreta del entorno cercano al de lanzamiento del material pirotécnico.

Los niveles de PM2,5 encontrados vienen a ser similares a los de otros eventos pirotécnicos conocidos como los de la Cremà alicantina, la Mascletà valenciana y el Año Nuevo de Beijing.

Es evidente que el lanzamiento de los fuegos artificiales desde Alderdi Eder, lugar muy próximo a viviendas y al que se sitúa un gran número de personas, facilita la exposición de estas a los humos y ruido ambiental.
En tanto se mantenga este lugar para la exhibición pirotécnica, sería conveniente dar a la población unas recomendaciones generales:
– Cuanto menos se exponga el personal al humo, menos efectos negativos habrá para su salud, por lo que la mejor solución es evitar inhalarlo o, en la medida de lo posible, minimizarlo.
– Para ello la ciudadanía debería colocarse en un lugar no afectado por la llegada de los humos, prestando especial atención a la dirección del viento.

– Se están explorando nuevas formas de fabricar compuestos pirotécnicos, con mezclas más amigables con el medio ambiente, produciendo menos humos y contaminación.

Sería conveniente profundizar en el estudio de la contaminación que generan los fuegos artificiales, animando a la UPV y Centros de Investigación, para que inicien estudios similares a los realizados en otras CCAA, para conocer más a fondo la composición química de los aerosoles metálicos, gases y otros tóxicos generados en el lanzamiento del material pirotécnico.
En cuanto a los elevados niveles de ruido, superiores a los 120 decibelios (mayores que los del paso de un avión), la OMS menciona estos eventos pirotécnicos como muy perjudiciales para la salud si no se toman las debidas precauciones, especialmente en los niños y niñas de corta edad, pues sus oídos son más frágiles e inestables, y por ser además la franja de población más expuesta a los fuegos artificiales.
Las medidas podrían consistir en:
– Lanzar fuegos artificiales más silenciosos que los convencionales, que ya existen en el mercado, y sobre los que hoy día hay un gran debate.
– Cuidar la distancia a la que se sitúe la población del punto de detonación del espectáculo pirotécnico, ya que mientras más lejos se encuentre, habrá menor probabilidad de daño auditivo.
– Mantener, especialmente a los niños y niñas, a una determinada distancia del foco sonoro, ya que es la población más susceptible de sufrir consecuencias negativas.
– El uso de tapones o un poco de algodón en sus oídos, puede ayudarles a atenuar el ruido en unos 20 decibelios.

Finalmente, indicar que sería necesario estudiar con cierto detalle la viabilidad de un posible nuevo escenario para el lanzamiento de futuras exhibiciones pirotécnicas, a fin de que el penacho de humo y foco sonoro se distancie lo máximo posible de las zonas densamente pobladas y de aquellas en las que se sitúa una parte importante de la población.

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