Los viajeros del Metro de Madrid respiran hasta cinco veces más contaminación que en el exterior

El estudio de la calidad del aire que Kalapie realizó en el metro de Madrid, lo ha publicado recientemente el diario digital eldiario.es con gran repercusión mediática.

https://m.eldiario.es/3440cfb5_876662709/

Se trata de un periódico digital que ocupa el octavo lugar en el ranking nacional, con más de siete millones de lectores.

Hasta el sindicato de maquinistas del metro madrileño preocupado por un tema que afecta a su salud laboral (exposiciones de 8 horas diarias), se ha puesto en contacto con Kalapie, interesándose por aspectos técnicos de las mediciones realizadas y de los equipos utilizados.

Interesados en la compra de un medidor similar al nuestro, Kalapie les ha ofrecido asesoramiento técnico sobre el particular.

¿De dónde viene la contaminación del interior del metro de Madrid?

Depende fundamentalmente de varios factores:

– la contaminación del aire exterior procedente del tráfico que entra a través de los sistemas de ventilación y de los puntos de acceso de las estaciones.

– el diseño, profundidad y ventilación de las estaciones y la fecha de construcción.

– la ventilación de las plataformas (escaleras mecánicas).

– La utilización de aire acondicionado con filtros evita la acumulación de partículas dentro de los vagones.

–  el tipo de frenos utilizados por los trenes, el material con el que están construidas las ruedas.

MEDICIONES REALIZADAS.

Se han realizado 20 mediciones en tiempo real de partículas PM2.5, inferiores a las 2.5 micras (las más dañinas para la salud) en las líneas de metro 1,2,3,4,5,6,7,8,9 y 10 en tres días con dos condiciones muy diferentes de la calidad del aire de la calle:

1- en situación anticiclónica con inversión térmica, y niveles de PM2.5 en el aire exterior del orden de los 15-20 microgramos/m3. La OMS recomienda un límite diario de 10 microgramos/m3.

2- el aire exterior muy limpio, con concentraciones de PM2.5 inferiores a las 5 microgramos/m3.

Las mediciones se llevaron a cabo en las estaciones (andenes), plataformas (escaleras mecánicas) e interior de los vagones de las referidas líneas.

RESULTADOS.

-1. Con inversión térmica y altos niveles de partículas PM2.5 en el exterior, los niveles de PM2.5 encontrados en el interior del metro (andenes, plataformas, vagones) en general, eran 1-2 veces superiores a los del aire de la calle.

-2. Por el contrario, con el aire exterior muy limpio (poco frecuente en Madrid), de menos de 5 microgramos/m3 de PM2.5, encontramos varias estaciones, plataformas y vagones con niveles inferiores a los 10 microgramos/m3 recomendados por la OMS.

Sin embargo, a pesar del aire limpio de la calle, en algunas otras estaciones, plataformas y vagones, las concentraciones de partículas se situaban aún entre los 10 y 25 microgramos/m3.

CONCLUSIONES Y PROPUESTA DE ACCIONES A REALIZAR.

Al margen de otros factores contaminantes, la calidad del aire exterior es un factor determinante a tener en cuenta en el nivel de contaminación encontrado en el interior del suburbano.

Así con inversión térmica, en muchos de los casos, los niveles de PM2.5 en el interior del metro, superaron ampliamente los niveles recomendados por la OMS.

Por el contrario, con una buena calidad del aire exterior, en varias de las estaciones, plataformas e interior de vagones, los niveles de partículas encontradas eran inferiores a las recomendaciones dadas por la OMS.

La calidad del aire en una misma línea de metro varía en función de qué estación, plataforma o vagón se trate, no pudiéndose afirmar por lo tanto que toda la línea tiene una determinada calidad del aire.

Los responsables del metro madrileño deberían realizar las inversiones correspondientes (algunos andenes y vagones están bien, como en el metro de Donostialdea) para la mejora de las estaciones, plataformas, vagones restantes, lo que redundaría en una mejoría de la salud de sus trabajadores y, a la vez, de los millones de viajeros del suburbano.
Por otro lado, indicar que estudios recientes realizados en el metro de París, arrojaban concentraciones de partículas PM2.5 (inferiores a las 2.5 micras) 30 veces superiores a las del aire exterior.
Probablemente se deba a que los vagones del suburbano parisino llevan ruedas neumáticas (Michelín, producto nacional), en lugar de metálicas como la mayoría del resto de metros del mundo, y en el rozamiento rueda/vía se desprenden cantidades ingentes de partículas.

Tras este pequeño estudio, cara al ciudadano, cabría preguntarse qué es mejor, desplazarse en superficie o en metro?

Con aire contaminado de la calle, la ciudadanía, en general, lo tiene tan mal en los dos casos, peor aún en el suburbano.

Está claro entonces que solo nos queda apostar definitivamente por una movilidad sostenible y saludable, reduciendo drásticamente el uso de los vehículos motorizados y ampliando la red de carriles bici en el centro de la ciudad.