¿Los bidegorris perjudican el transporte público? un falso debate que no podemos permitir

Esta semana ha salido a prensa la noticia de que DBus estudia cambiar recorridos y alargar frecuencias. (DBus estudia cambiar recorridos y cambiar frecuencias para cumplir los horarios). Desde kalapie nos ha sorprendido enormemente que se haya achacado esto a los bidegorris y que se haya señalado a las bicicletas como culpables. Consideramos que se está generando un falso debate que pretende hacer la vista gorda al problema de fondo que tiene nuestra ciudad y que es justamente, como muchas otras ciudades, el excesivo espacio ocupado por el vehículo privado a motor y las facilidades que se le dan. 

Tanto como si se observan los datos objetivos, como si se observa a simple vista, es una realidad innegable que en la casi totalidad de nuestras calles el mayor reparto de espacio se lo lleva el vehículo privado de motor. En cualquier calle de la ciudad podemos estar hablando de un 70-80%. Si analizamos los datos veremos que el espacio dedicado a las bicicletas o el transporte público es mucho menor en comparación. Además, la ocupación de este espacio es poco efectiva, ya que se ocupa un gran espacio para transportar una cantidad pequeña de personas. Mucho menos efectiva aún en el caso de que el vehículo quede estacionado en la calle, ya que supone una gran ocupación de espacio permanente para un solo vehículo.

Esta realidad de la ocupación del espacio en ciudad, que tenemos tan normalizada, genera que no podamos dedicar ese espacio a otros usos que generarían un beneficio mayor al conjunto de la ciudadanía. Ya sea como espacio público, área verde o también para dedicar más espacio a una movilidad más sostenible como el andar, la bicicleta y también el transporte público. Dedicando mayor espacio al bus sería posible aumentar el número de carriles rápidos exclusivos para buses que permitieran una mejor circulación del transporte público y una mayor facilidad para cumplir horarios. 

Además de la ocupación del espacio, debemos de tener en cuenta todos los problemas que nuestros coches generan, (Contaminación del aire, accidentes, cambio climático, ruido, etc.) que no deja dudas de la necesidad de caminar hacia ciudades con una menor presencia de coches y una mayor movilidad en otros medios no nocivos. Queda, por lo tanto, claro que es en el vehículo privado a motor donde hace falta meter mano al ser este el que mayor ocupación de espacio supone y el que resulta más nocivo. 

El dar facilidades al coche significa que los usuarios se decantan en mayor medida por este medio de transporte. Lo que generará un tránsito mayo de vehículos privados a motor y aumento de sus impactos negativos (incluido un peor tránsito para el transporte público). Al contrario, si le quitamos facilidades y espacio y se lo damos a otros medios más beneficiosos, los ciudadanos se decantaran por los medios alternativos y conseguiremos tener ciudades más amigables con el medio ambiente, más seguras, más saludables y con un sistema de transporte público que de un mejor servicio. 

Antes de acabar nos gustaría dejar muy claro que desde Kalapie apoyamos el transporte público. Todas nuestras propuestas lo tienen siempre presente y van encaminadas a buscar soluciones que faciliten tanto la movilidad activa (a pie o en bicicleta) como el transporte público y la intermodalidad entre las dos. Entendemos que la bicicleta y el transporte público son aliados en la movilidad en esta lucha por una ciudad más habitable. Más ciclistas significa una ciudad con más transporte público y menos coches. Menos coches significa más espacio para los ciudadanos y también para el transporte público. 

Para concluir, nos gustaría pedir a los diversos agentes de movilidad y medios de comunicación que sitúen el debate de la movilidad donde de verdad debe de estar y que se deje de culpabilizar a las bicicletas de todos los males cuando el problema de fondo es otro. Aprovechamos la ocasión también para reivindicar una ciudad con menor espacio y facilidades para el vehículo privado a motor y más para los ciudadanos, la movilidad activa, zonas verdes y transporte público.